44. Vacas flacas: cuando la salud animal pesa más que el alimento
- Carlos Vazquez
- 12 sept
- 5 Min. de lectura
No todas las vacas flacas son hambre: muchas son salud.
En la mayoría de los casos, la pérdida de condición no se corrige “echando más alimento”, sino removiendo frenos invisibles: parásitos, dolor por pezuñas, mastitis crónicas, minerales en rojo, estrés calórico o agua insuficiente. Cuando se corrige la causa, el mismo alimento rinde más y paga mejor.

🔎 Vaca flaca no es vaca de desecho
Una vaca flaca es un síntoma: el animal no consigue transformar alimento en kilos o litros porque existe un bloqueo sanitario o de manejo. La vaca de desecho es una decisión económica: sale del sistema por edad, infertilidad o estrategia. Confundirlas cuesta caro porque terminas malvendiendo un problema que podía resolverse.
“La flacura es un diagnóstico pendiente, no una sentencia.”
🧭 Antes de aumentar la ración, hay que diagnosticar
El punto de partida es clínico y operativo. Observa la marcha para detectar cojeras y dolor; revisa mucosas (anemia) y piel/pelo (ectoparásitos); palpa rumen y evalúa consistencia de heces. Si la producción cae en “dientes de sierra”, sospecha mastitis crónica; toma temperatura cuando haya indicios infecciosos. Luego levanta la mirada: verifica litros/minuto de agua real, m² de sombra por cabeza y espacio efectivo de comedero.El objetivo es salir con una causa principal y, como máximo, dos secundarias. Lo demás es ruido que encarece sin resolver.
🔎 Qué es BCS y por qué importa
BCS (Body Condition Score) = Condición corporal.En leche se usa la escala 1–5 (1 = muy flaca; 3 = objetivo funcional; 5 = obesa). En carne/pastoreo, muchos sistemas emplean 1–9 (1 = emaciada; 5–6 = meta productiva; 9 = excesiva). El BCS resume si el animal convierte lo que come. Una vaca en BCS 2.25 (escala 1–5) o BCS 3–4 (escala 1–9) no es “solo poca comida”: es un bloqueo sanitario o de manejo que debes quitar primero.
“Si el animal duele, no come; si no come, no paga.”
🚫 No te deshagas de tus vacas flacas: trátalas, aíslalas y capitalízalas
La salida rápida —rematar al rastro— difícilmente maximiza valor. El efectivo inmediato no equivale a la utilidad que puedes capturar si diagnosticas, tratas y (cuando aplique) aíslas durante 30–45 días con un protocolo claro. En la mayoría de los casos, el retorno supera lo que paga el comprador de vacas flacas.
“No las vendas baratas: invierte lo justo para vender caro o retener productivo.”
🚚 Engorda: flacura que frena la recepción (y cómo destrabarla)
En corrales, la vaca flaca suele llegar estresada, parasitada y con dolor locomotor. Come poco, convierte peor y se rezaga. Destrabar implica desparasitación estratégica, recorte/analgesia, agua y sombra medidas, un step-up de ración que cuide la fibra efectiva y, si hay compromiso pulmonar, un protocolo respiratorio definido. La meta no es correr; es volverla a caminar al comedero todos los días para que el consumo suba sin recaídas. Cuando eso ocurre, el ADG rebota y los kilos llegan antes de que el costo te alcance.
🥛 Leche: transición, dolor y mastitis (las tres puertas de salida)
En lecherías, la flacura nace de transición débil, cojeras y mastitis crónicas. Si no quitas el dolor y la infección subclínica, la ración “resbala”. Empieza por pezuñas (recorte funcional + analgesia), asegura agua y sombra reales, corrige minerales (Cu, Se, Zn) y toma decisiones en ubre: tratar, segregar o secar. Ajusta densidad energética sin perder fibra efectiva y reagrupa por BCS para que las delgadas no pierdan su turno. En 30–45 días deberías ver más litros y mejor apetito; si no, aún queda un freno por quitar.
🌾 Pastoreo: parásitos, proteína y litros de agua (los tres básicos)
En pastoreo, la flacura se explica por carga parasitaria, déficit proteico estacional y agua/calor mal resueltos. Usa HPG/COPRO para calendarizar baños y rotaciones (no desparasites a ciegas), incorpora bloques proteicos o suplemento de baja tasa de consumo para sostener la rumia y mide el flujo de agua por minuto: sin litros, no hay consumo. Con sombra real por cabeza y ajuste de carga, el BCS sube y los kilos de pasto vuelven a convertirse en animal.
🛠️ Recuperar en 30–45 días: disciplina, no milagros
El protocolo se diseña para que el animal camine, coma y rume sin dolor:
Quitar frenos: desparasitación estratégica (HPG/COPRO o criterio estacional), rotación de potreros, recorte funcional y analgesia cuando corresponda.
Encender el motor: ajuste de minerales (Cu, Se, Zn) y densidad energética sin sacrificar fibra efectiva; en ubre, decidir con claridad: tratar, segregar o secar.
Abrir la autopista: agua medida (flujo real), ventilación y sombra suficientes; reagrupación por BCS para que las delgadas no pierdan su turno.
Con seguimiento semanal de BCS, consumo y un marcador productivo (kg o litros), la mejora se vuelve evidente.
🧠 En resumen
Las vacas flacas suelen ser un problema de salud animal y manejo, no de “poca comida”. Con diagnóstico y un protocolo sostenido de 30–45 días, regresan el consumo y la rumia, suben los kilos/litros y baja el costo por kilo/litro.El objetivo no es dar más, sino quitar lo que estorba. En HerdSecure trabajamos con esa lógica: cerrar la causa de la flacura para que la nutrición haga su trabajo y la utilidad se quede en el rancho, no en la anécdota.

Referencias
a. Cornell / Elanco – Cow Body Condition Scoring 🔗 https://www.vet.cornell.edu/sites/default/files/1e_Elanco%20Cow%20Body_condition_scoring_V3.pdf
“La mayoría de los sistemas de BCS en vacas lecheras usan una escala de 1 a 5 con incrementos de 0.25.”
b. Oklahoma State University Extension – Body Condition Scoring of Cows 🔗 https://extension.okstate.edu/fact-sheets/body-condition-scoring-of-cows.html
“En vacas de carne el BCS va de 1 (emaciada) a 9 (obesa); guía visual por regiones corporales.”
c. Rossi et al. (2024) – Lameness in Dairy Cows (PMC) 🔗 https://pmc.ncbi.nlm.nih.gov/articles/PMC11200875/
“La cojera es una de las principales causas de pérdidas económicas; afecta el comportamiento alimentario y el rendimiento.”
d. Halasa et al. (2020) – Economic Impact of Mastitis (PMC) 🔗 https://pmc.ncbi.nlm.nih.gov/articles/PMC7649072/
“La mastitis altera salud y producción; el control y las decisiones terapéuticas son claves para el desempeño.”
e. Baumgard & Rhoads (2016) – Effects of Heat Stress on Cattle (PMC) 🔗 https://pmc.ncbi.nlm.nih.gov/articles/PMC4823286/
“El estrés por calor reduce el consumo de materia seca y, con ello, leche, crecimiento y reproducción.”
f. New Mexico State University Extension – Water Nutrition for Beef Cattle (D-107) 🔗 https://pubs.nmsu.edu/_d/D107.pdf
“El agua constituye 60–70 % del peso vivo; consumo y calidad determinan productividad.”
g. North Dakota State University – Water Needs and Quality Guidelines for Dairy Cattle 🔗 https://files.knowyourh2o.com/pdfs/AS1369%20Water%20Needs%20and%20Quality%20Guidelines%20for%20Dairy%20Cattle%20-%20Water%20Needs%20and%20Quality%20Guidelines%20for%20Dairy%20Cattle.pdf
“Las vacas pueden consumir 30–50 % de su agua diaria en la hora posterior al ordeño.”
h. Charlier et al. (2023) – Gastrointestinal Nematodes and Productivity (PMC) 🔗 https://pmc.ncbi.nlm.nih.gov/articles/PMC10145647/
“Los nematodos gastrointestinales deprimen consumo y crecimiento; la carga parasitaria reduce la productividad.”
i. Arriagada et al. – Huevos por gramo (HPG) en rumiantes (SciELO Chile) 🔗 https://www.scielo.cl/scielo.php?pid=S0716-07202001000300008&script=sci_arttext
“Clasificación práctica por HPG (leve, moderada, alta) como base para desparasitación.”
j. Sepúlveda-Varas et al. (2022) – Feeding Behavior in Lame Cows (PMC) 🔗 https://pmc.ncbi.nlm.nih.gov/articles/PMC9530783/
“Las vacas cojas visitan menos el comedero y comen menos; el dolor disminuye el consumo.”



